como el cuaderno del mejor estudiante.
El borracho del pueblo dormirá en una zanja,
el tren expreso pasará sin detenerse en la estación,
y la banda del ejercito ensayará infinitamente
la marcha que toca hace veinte años en la plaza.
El borracho del pueblo dormirá en una zanja,
el tren expreso pasará sin detenerse en la estación,
y la banda del ejercito ensayará infinitamente
la marcha que toca hace veinte años en la plaza.
Sólo que algunos niños dejarán sus chiringas enredadas
en los alambres telefónicos, para volver llorando a sus casas
sin saber qué decir a sus madres
y yo grabaré mis iniciales en la corteza de un arbol
pensando que eso no sirve para nada.
Los evangélicos saldrán a las esquinas
en los alambres telefónicos, para volver llorando a sus casas
sin saber qué decir a sus madres
y yo grabaré mis iniciales en la corteza de un arbol
pensando que eso no sirve para nada.
Los evangélicos saldrán a las esquinas
a cantar sus himnos como de costumbre.
La anciana loca paseará con su sombrilla.
Y yo diré: “El mundo no puede terminar
porque las palomas y los gorriones
siguen peleando por la avena del patio”.
La anciana loca paseará con su sombrilla.
Y yo diré: “El mundo no puede terminar
porque las palomas y los gorriones
siguen peleando por la avena del patio”.
0 comentarios:
Publicar un comentario